Lago Encantado y Sinfonía Concertante: la propuesta de la Orquesta Sinfónica de la FFHA en el Auditorio

Bajo la dirección del maestro Wolfgang Wengenroth, la cita es el viernes a las 21:30 en el Auditorio Juan Victoria. La entrada es libre y gratuita.

Novedades28/08/2025SEU FFHASEU FFHA
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Este viernes por la noche se presenta la Orquesta Sinfónica de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ en el Auditorio Ingeniero Juan Victoria. En esta ocasión la propuesta musical presentará las obras Lago Encantado, de Anatoli Konstantínovich Liádov y Sinfonía Concertante, de Serguéievich Prokófiev. 

Como sucede desde el inicio de esta 51º temporada, la dirección de la Orquesta será del maestro Wolfgang Wengenroth. Con entrada libre y gratuita, la cita es el viernes a las 21:30 en el Auditorio Juan Victoria. 

Sobre las obras:

El lago encantado, op. 62

El lago encantado, compuesto por Anatoli Konstantínovich Liádov en 1909, es una breve pieza sinfónica que dura apenas unos 10 minutos, pero que condensa magistralmente el estilo evocador y pictórico de Liádov. Inspirada en un poema de Vasili Zhukovski, la obra nos transporta a un paisaje natural envuelto en misterio: un lago rodeado de colinas y bosques, iluminado por la luz de la luna.

La música fluye en un tempo lento y contemplativo (Andante), con una orquestación delicadísima en la que predominan las cuerdas en divisi, los maderas en pianissimo y sutiles toques de arpa. No se trata de un poema sinfónico narrativo en sentido estricto, sino de una pintura sonora, estática y atmosférica. La obra parece suspender el tiempo, invitando al oyente a perderse en la contemplación de la naturaleza mágica.

El lago encantado muestra a Liádov en su máxima expresión: un miniaturista exquisito, heredero de la tradición rusa, y a la vez un precursor de la sensibilidad impresionista que encontramos en compositores como Debussy o Ravel.

Sinfonía Concertante para violonchelo y orquesta en mi menor, op. 125

Serguéi Serguéievich Prokófiev nació en 1891 en Sontsovka (hoy Ucrania) y fue uno de los compositores más versátiles y reconocibles del siglo XX.

La Sinfonía concertante para violonchelo y orquesta fue compuesta entre 1950 y 1952, en estrecha colaboración con el violonchelista Mstislav Rostropóvich, quien la estrenó en 1952 bajo la dirección de Sviatoslav Richter. Se trata de una reelaboración de su anterior Concierto para violonchelo n.º 2, op. 58 (1938), que había recibido críticas poco entusiastas. Prokófiev, alentado por Rostropóvich, transformó y amplió aquella partitura en una obra mucho más ambiciosa, de carácter sinfónico, con una parte solista de enorme virtuosismo y exigencia.

Movimientos:

Andante – El primer movimiento comienza con una atmósfera sombría y reflexiva, que pronto da lugar a pasajes de gran lirismo en el violonchelo solista. El desarrollo se expande en forma amplia y sinfónica, con momentos de tensión dramática alternados con secciones de canto expresivo.
Allegro giusto – El segundo movimiento funciona como un scherzo de carácter vivo, enérgico y rítmicamente incisivo. El violonchelo despliega aquí toda su agilidad técnica, con figuraciones rápidas, saltos y una interacción intensa con la orquesta. El contraste lo aporta un trío central más lírico.
Andante con moto – Allegro – El movimiento final es el más extenso y complejo. Comienza con un Andante de carácter meditativo, que va creciendo hasta desembocar en una sección rápida (Allegro), de gran virtuosismo y brillantez. Aquí Prokófiev combina su inconfundible sentido rítmico con un lirismo profundo, llevando al solista a un despliegue de enorme intensidad expresiva antes de concluir de manera enérgica y categórica.

La Sinfonía Concertante es considerada hoy una de las cumbres del repertorio concertante para violonchelo. Une la solidez estructural de una sinfonía con la exigencia técnica de un concierto, y es un testimonio del genio creador de Prokófiev en sus últimos años.

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