Con destacados artistas el Instituto de Expresión Visual organizó una edición más de la Kermes
El Instituto de Expresión Visual, a través de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, con el apoyo del Centro Cultural Estación San Martín organizó la Kermés 2024. Esta cuarta edición reunió exposiciones, muestras, intervenciones y performances.
Se trató de una innovadora propuesta que congregó a diversos artistas visuales de San Juan y de otras provincias, como el caso de la cordobesa Karen Palacio.
Noticias FFHA dialogó sobre esta iniciativa con Cristina Posleman, directora del IEV. “La Kermes surge a partir de la necesidad de reunir todos los resultados de los proyectos de creación, investigación y de extensión que se asientan en el Instituto de Expresión Visual. También, se invita todos los años a artistas que no están ligados directamente a la universidad y que producen en nuestro medio. Un poco emular o replicar las antiguas kermeses sanjuaninas donde la gente interactúa, se divierte, pero también se forjan esos vínculos sociales, comunitarios”, dijo Cristina.
“Lo que se propone en cada puesto son expresiones del arte contemporáneo, del arte actual. Y sobre todo, este año, el enfoque fue presentar propuestas sobre tecnoestética, la ubicuidad de la tecnología en todos nuestros ámbitos, tanto de la producción de subjetividad o de la construcción de nuestras personalidades, tanto como la creación de comunidad, de vínculos sociales. Entonces, la tecnología estuvo ahí en medio”, agregó.
Un aspecto importante de la propuesta fue la reacción del público. “La comunidad respondió muy bien. Elegimos el Centro Cultural Estación San Martín por lo que significa, en medio de ese complejo cultural que hay. Y también, porque una de nuestras aspiraciones es cómo ocupar estéticamente los espacios urbanos”, indicó.
La primera edición fue en el mismo Instituto. La segunda, en el Museo de la Memoria Urbana, la tercera en la Plaza Juan Manso, de la Facultad de Filosofía. “La gente responde con sorpresa porque no se encuentra con obras tradicionales, sino que justamente lo que nosotros proponemos es un riesgo, porque son obras que aparentemente, o en la primera visión, no dicen nada. Vos te tenés que acercar y ahí están las máquinas. Por ejemplo, una de las obras son cinco pupitres con cinco tablets y una tablet enorme como profesora”, comentó.
Uno de los objetivos de la iniciativa es generar las condiciones para que los asistentes piensen las consecuencias de la tecnología, malas y buenas. “La gente pasaba y con mucha sorpresa se detenían en cada una de las propuestas y después de la perplejidad venía la risa. Es muy interesante todos los años cómo responden”, contó Posleman.
“Tuvimos una escena muy linda, muy divertida y muy significativa. En un lado de la fuente estaba toda una fila de egresados sacándose fotos, un egresado al lado del otro y el dron sacando fotos por arriba y del otro lado estaba Karen Palacio, invitada nuestra, es una artista digital programadora, improvisadora en programación y improvisando con su máquina y su música súper tecno en una pantalla blanca que habíamos puesto del otro lado. Entonces se podía ver perfectamente todo eso; era una postal de nuestras épocas y de lo que vendrá. Fue muy divertido y de alguna manera graficó la idea de la propuesta, percibimos la complejidad de ese momento. Lo abierto a la interpretación de otros, y el resultado siempre nos hace pensar en la próxima versión de la Kermes”, dijo.
Dentro del enfoque de la propuesta se trabajó con artistas como Alfredo Espinosa y Sonia Parisi, que trabajan objetos abstractos hechos con residuos tecnológicos sin intervenir, sin pintar, incluso sin fundir. “Un tejido artesanal con ese residuo tecnológico que es una cosa nueva y que te hace realmente pensar sobre la tecnología. Hace unos objetos utilitarios que son como centros de mesa, también con residuos que sorprenden porque conjugan belleza cotidiana o utilitaria con ese vidrio tan bonito que utilizan.
A esta cuarta edición estuvo invitada Karen Palacio, quien improvisa en el momento, creando y jugando con la programación. “Es muy interesante la propuesta, muy novedosa en el sentido propio de estas épocas de la ubicuidad tecnológica en nuestra vida. También, Gaby Robledo, el famoso dibujante sanjuanino, muy conocido en el ámbito de las artes visuales que hizo una performance, o más bien una intervención en el espacio público, con una modelo y con pintura con témpera básica con pintura en cuerpo y luego esa modelo fue utilizándose por un rollo de papel blanco que estaba en medio de la fuente y la galería, quedó una cosa maravillosa”, cerró.